Lo que se vivio en el Jarra-Tour

Como Dejo El Cigarro

Mira estas como dejo el cigarro imágenes:


Lo que se vivio en el Jarra-Tour
43468 como dejo el cigarro 429497451 83058897f2

Image by YoSeLiN

Aquí les dejo un poco de lo que se vivió en el Jarra-Tour. Gracias a todos por hacer este día especial.


(Las desventajas de no contar con la cuenta pro…)


El porque de esa Fotografía
43468 como dejo el cigarro 2708278522 a2faeb2e9b

Image by sangreDeOda

Porque nunca me pude olvidar de ella, hoy estoy aquí, tan lejos del lugar donde tuve mi primer resfrío y mi primer orgasmo, nunca me olvide de Florencia, ¡podría olvidarme que su aliento quedo habitando en mi Aorta!, podría olvidarme que mi cuerpo es un recipiente de sus fluidos. Ella tenía un leve retraso mental, pero aún peor es que yo tenía un retraso del alma, podría esparcirme en la tierra como un gusano buscando el légamo de su lengua. Quizás podría olvidarme de ella en un microsegundo y encender un cigarro, pero me quemaría los dedos porque no puedo parar de bosquejarla, ingreso por mi boca como una criatura megalomaniaca solo para crear un país de paralíticos.


Lo único que me quedo de ella fue su maleta de viaje, de cuero Turco y kilim. Nunca la moví del lugar que la dejo, hasta que un accidente me obligo a abrirla, y mis manos terminaron acariciando sus osamentas fantasmas, 12 vestidos y una fotografía de cuando ella era niña, sin lugar a dudas la niña de la foto es ella, porque su mirada me provocó el mismo estado de hibernación artificial que cuando la conocí, siempre cuando Florencia mira de frente, su boca se cierra y se transforma en una línea que cae en sus extremos, su boca es como la barra de un equilibrista asustado. No hay noche que no miré esa fotografía, ella camina a la derecha de su padre, presumo que es su padre porque su pequeña mano se aferra fuertemente del dedo índice de él, lastima que el encuadre de la fotografía cercena el rostro del hombre, en su mano izquierda lleva sujeto a un perro, un dogo alemán mestizo, la correa gira dos veces en su dedo índice ¿Habrá acariciado a ese perro como me acariciaba a mí?, me atemoriza saber que a lo mejor ese perro fue el causante de la cicatriz de su hombro, me aterroriza ver la mirada de ese perro porque observa lo mismo que ella, lo recelo, porque ese dogo camina perpetuamente a su lado. Me doy cuenta que siempre ha tenido el mismo largo de su cabello negro, tenía un límite exacto, 62 centímetros. Es la única imagen que tengo de ella, aunque sea solo una niña en esa fotografía la voy deformando lentamente, hasta que creo una escultura del último día en que la vi. Sale hermosa en la fotografía, una niña triste con un vestido blanco de princesa, con botas de agua y un pequeño bolso donde lleva sus secretos. ¡Que hermosa te ves de blanco! me pregunto quien habrá tomado esa fotografía, como quisiera ser yo la que la hubiese tomado, como me hubiese gustado haber estado de rodillas esperando tu mirada, como hubiese deseado haber estado ahí para que mis ojos fuesen un nido para tus ojos pájaros. No hay noche que no mire esa fotografía y me convierta en una arquitecta de las visiones de los muertos, y me desparrame por su cara de niña. Si me obsesione por la ropa, es que lo único cercano que tenía de ella, eran esos vestidos, que cada noche me ponía antes de dormir, pensé que la única forma de desligarme de ella, era destrozarlos, por lo cuál decidí sacar un trozo de cada vestido y usarlo para confeccionar la ropa de los espantapájaros, vestí a cada espantapájaros del mundo con un trozo de sus vestidos, hasta que no quedara ninguno más, fue como tomar sus cenizas y esparcirlas en los genitales del mundo. Mientras buscaba los mantos en la Península de Paracas y me drogaba junto a los esqueletos, me llego la noticia que tu estabas en un psiquiátrico de Santiago, usando tu propia sangre mezclada con detergentes para hacer burbujas, te contaré que toda la vida pague a personas para que la rastrearan por el mundo, tenía agentes por todas partes buscando su sombra y esqueleto, buscando sus ojos carnívoros que se devoraron toda mi carne, y apenas dejaron unos gramos de grasa para poder seguir generando dinero para hallarla. Si pudiera reinventar la biométrica dejaría en su corazón un motor que pulsara ondas hacia mis vértebras. Tomé el primer avión para llegar a Santiago, la hora 19:30. Habrá un culto a la noche, llegue tarde, tarde, como la última yegua del hipódromo, murió en ese psiquiátrico, pensando quizás que era la amante de la actriz Kate Winslet, su película favorita “Criaturas Celestiales”. Fui a reconocerla a la morgue, me vestí como si fuese a una cita a ciegas entre las bandejas congeladas. No pude no besarla cuando miré sus labios, la besé como se besa a alguien que no se ve hace mucho tiempo, fue el mejor beso de mi vida, y el último, las demás bocas solo podrían ser copias que nunca se igualarían al repuesto original de un electrodoméstico. Me vestí como a ella le gustaba, personificada como Natalie Portman, le confeccioné un vestido blanco igual al de la fotografía, usé la tela del vestido de mi madre y los últimos retazos que quedaban de su antigua maleta. Sin duda debía dormir para siempre con ese vestido. En el psiquiátrico me entregaron todas sus pertenencias dentro de un bolso negro, 4 vestidos, 1 copia de la misma fotografía junto al negativo. Si me preguntas porque me quede y nunca me he ido, es porque Florencia esta enterrada aquí y no la puedo dejar, sé que esta ahí, y ¿Con quien más podría hablar? No podría hablar con nadie más, sólo con ella.



Lo que se vivio en el Jarra-Tour

No hay comentarios:

Publicar un comentario